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Padres hablando con adolescente

5 tips para tener una conversación real con un adolescente

noviembre 23, 2023
Una guía rápida para ir más allá de “bien” y “lo que sea”, de la psicóloga infantil Shelja Sen.

Los padres a menudo hablan de lo difícil que es hablar con los adolescentes, de que sus hijos no dicen nada ni los escuchan. Tomemos un escenario típico: usted quiere hablar con su hijo adolescente sobre su comportamiento “irresponsable” (tal vez sea jugar demasiado, no hacer su tarea o descuidar sus quehaceres).

Te acercas a él preguntándole: “¿Podemos hablar?”. Pone los ojos en blanco y deja escapar un profundo suspiro que dice: “Aquí vamos de nuevo”. Cuando comienzas con “Necesitas ser más responsable”, él se sienta allí, desplomado, con los ojos vidriosos y una mirada que puede describirse mejor como “lo que sea”. Mira furtivamente el reloj. Al ver su respuesta, pierdes la calma y gritas: “¡Sabes que queremos lo mejor para ti y ni siquiera te molestas! ¿Eres?” Él responde: “¡En realidad no!” y pronto el intercambio se convirtió en voces elevadas y portazos. Ambas partes se sienten enojadas, impotentes y confundidas. Se supone que hablar funciona, ¿verdad? Excepto que a menudo no es así.

Comunicarse con adolescentes es una habilidad que todos podríamos perfeccionar. Después de ser padre y trabajar con niños como psicólogo durante más de 25 años, aprendí que existen cinco estrategias esenciales que pueden marcar una gran diferencia a la hora de construir una conexión más fuerte.

1. Evite esta palabra: “hablemos”.

Parece la forma más natural de iniciar una conversación. Pero cuando les decimos “hablemos” a nuestros adolescentes, suenan las alarmas en sus cerebros y se bajan las contraventanas, lo que hace prácticamente imposible que se produzca una conversación significativa. En lugar de eso, quédese con ellos de una manera no exigente ni amenazadora antes de decir algo. A veces tomo un libro y me dejo caer en una silla en la habitación de mi hija. Invariablemente, ella es quien inicia una conversación. Busque su ventana de diálogo; puede ser mientras los lleva a la casa de sus amigos, trabaja en la cocina o cepilla al perro.

2. Preguntar; no lo digas.

En nuestra ansiedad por ayudarlos, constantemente les decimos a nuestros adolescentes cómo deben hablar, actuar y comportarse. Es mucho más importante para nosotros preguntarles. En lugar de decir: “Necesitas estudiar; veo que no estás estudiando nada”, puede ser más eficaz preguntar: “¿Cómo va la preparación para tus exámenes?”. Cuando les dices a los adolescentes qué hacer, normalmente se opondrán. Sin embargo, cuando les preguntas, con calma y curiosidad, les estás enviando el mensaje de que los respetas a ellos y a su capacidad para tomar las decisiones correctas, y que honras su albedrío personal.

3. Responde desde tu corazón.

Esto puede ser difícil; por ejemplo, digamos que su adolescente compartió que no está lista para su examen y le preocupa reprobar. Tu reacción inmediata puede ser enojarte y reprenderla con un “Te dije que necesitabas estudiar más”. Sin embargo, lo que ella necesita es que usted sienta empatía. En su lugar, diga algo como “Esto no es fácil para ti, ¿verdad?”. Cuando sentimos empatía desde el corazón, los adolescentes no se sentirán culpados, avergonzados ni juzgados, lo que los hace más propensos a abrirse a nosotros.

4. Cuando no esté de acuerdo, siga el enfoque tu-yo-nosotros.

En todas las relaciones familiares es inevitable que haya conflictos. Enséñeles a sus hijos el sutil arte de la colaboración siguiendo estos pasos juntos:

  • Te escucho y entiendo tu perspectiva (incluso si no estoy de acuerdo con el o ella)
  • Comparto mi perspectiva como padre (incluso si no estás de acuerdo con el o ella)
  • Luego solucionamos esto juntos.

Por ejemplo, digamos que le preocupa el uso excesivo de computadoras, teléfonos o dispositivos electrónicos por parte de su hijo. Está bien, estás más que preocupado; estas loco. Pero en lugar de darle un sermón, comience preguntándole: “¿Podemos hablar sobre lo que está pasando aquí?”. Luego escúchalo y trata de dejar de lado cualquier idea o juicio preconcebido. Demuéstrele que lo respeta dándole la oportunidad, sin interrupciones ni interjecciones de su parte, de explicarse. Después de que haya dicho su artículo, explíquele su punto de vista. ¿Por qué te molesta su comportamiento? ¿Qué impacto cree que tendrán sus acciones? Haga esto con la mayor calma posible, sin dejar que sus emociones se apoderen de usted. Finalmente, ustedes dos deberían negociar juntos una solución: el qué, el cuándo y el cuánto.

5. Discúlpate cuando cometas un error.

Todos los padres cometemos errores con nuestros hijos, especialmente con los adolescentes, ya que son expertos en presionar nuestros botones. Cuando decimos algo de lo que nos arrepentimos, lo mejor que podemos hacer es disculparnos de inmediato con un simple “Lamento haber cometido un error”. ¿Qué puedo hacer para mejorarlo? Los adolescentes pueden ser bastante indulgentes cuando eres sincero con ellos.

 

 

SOBRE EL AUTOR
Shelja Sen es psicóloga infantil y adolescente, terapeuta familiar y autora de “All You Need is Love: The Art of Mindful Parenting” e “Imagine: No Child Left Invisible”.